El otro día, estando de vacaciones, mi mujer y yo salimos a cenar con unos amigos. Al poco tiempo de sentarnos en la mesa comenzaron a hablar de una persona y de todas las cosas que les sacaban de quicio o no soportaban de la misma, tema que no abandonaron en toda la cena. Casi al final de la misma no pude evitar hacerles dos preguntas: la primera de ellas que si se habían dado cuenta de que llevábamos más de una hora y media hablando del mismo tema y la segunda que les lancé fue qué si había algo que podrían aprender de esa persona que tanto les molestaba para dejar de perturbarse a ellos mismos cada vez que se lo volvieran a encontrar. Su respuesta a mis dos preguntas fue un simple NO, mirándome un poco con cara de “¿Qué dice éste ahora?”.
Fue entonces cuando les hablé de un concepto sobre el que recientemente había leído en el curso on-line que estoy haciendo a través de la página WEB de Borja Vilaseca titulado “Encantado de conocerme” y que es una introducción al autoconocimiento a través del Eneagrama, herramienta que sirve para conocer los distintos tipos de personalidades que existen y cómo relacionarnos con ellas.
Pues bien, en uno de los apartados del curso, Borja nos explica el concepto de “maestro espiritual”, describiéndolo como cualquier persona cuya presencia y comportamiento provoca que nos perturbemos a nosotros mismos y nos invita a hacer el siguiente ejercicio que a continuación os propongo que hagáis:
- Piensa en aquellas personas con las que te relacionas habitualmente y que puedan ser “maestros espirituales” tuyos.
- ¿Qué rol ocupan en tu vida estas personas? Puede ser tu padre, tu madre, tu pareja, tu hijo, tu jefe, un compañero de trabajo, un amigo, etc.
- ¿Qué es aquello que te perturba y no aceptas de tu maestro espiritual?
- Trata de comprender a tu “maestro espiritual”. ¿Por qué crees que se comporta de esta manera? ¿Qué le pasa? ¿Cómo crees que se siente por dentro?
- ¿Qué puedes aprender de tu ‘maestro espiritual’ para dejar de perturbarte a ti mismo cuando te lo vuelvas a encontrar? ¿Qué cualidades o fortalezas puedes desarrollar para no perder tu paz en su presencia?
- ¿Qué tiene que ver contigo? ¿Qué parte que no te gusta de ti estás proyectando en tu ‘maestro espiritual’? Míralo como un espejo y descubre que está reflejando en ti.
- Haz un listado de tu ‘círculo de preocupación’. Es decir, de todas las actitudes y conductas de tu ‘maestro espiritual’ que no dependen de ti cambiar y que al intentar cambiarlas te causan perturbación.
- Haz un listado de tu ‘círculo de influencia’. Es decir, de todas tus actitudes y conductas que sí dependen de ti cambiar para no perturbarte a ti mismo cuando interactúes con tu ‘maestro espiritual’.
¿Qué tal ha ido? ¿De qué te has dado cuenta haciendo estas reflexiones? ¿Qué conclusiones has sacado? Espero que te haya servido y que a partir de ahora, cuando te vuelvas a encontrar con uno de tus “maestros espirituales”, puedas poner en práctica todo lo que has aprendido haciendo este ejercicio.
Te dejo con un vídeo dónde puedes ver a Borja Vilaseca hablando sobre este concepto.
Alberto de Haro. Executive & Life Coach
Acompaño a empresarios, autónomos, directivos, mandos intermedios y cualquier persona que lo desee, en su camino a alcanzar sus objetivos, metas y sueños personales y profesionales, ayudándoles a mostrar su mejor versión y a descubrir las respuestas que se hallan dentro de ellos mismos.