Si hay algo claro para todos aquellos que amamos la música es que los Beatles fueron, son y serán la banda más influyente en la historia de la música moderna. Su carrera en activo apenas duró 8 años pero 55 años después de la publicación de su primer single, siguen dando de qué hablar, sus canciones siguen copando las listas de éxitos y John, Ringo, Paul y George son leyendas por derecho propio.
Según los expertos, gran parte del éxito de los Beatles se debe a que como grupo encarnaban los atributos clave que deben estar presentes en cualquier equipo exitoso de alto rendimiento.
Veamos cuáles son esos atributos:
Supieron adaptarse a su entorno y a su realidad: Los cuatro miembros de la banda seguían sin dudar los consejos de su manager, por ejemplo dejar los pantalones de cuero que vestían en sus inicios y empezar a usar trajes en sus presentaciones. Se dieron cuenta que para tener éxito tenían que ajustarse a su entorno y realidad. Una vez que ya tenían fama y fortuna, se dieron permiso para vestirse como ellos quisieron.
Cuando un equipo se inicia como tal debe ajustarse a las realidades de su empresa, las expectativas de los mandos superiores y hacer todo lo posible porque la fricción en el camino al éxito sea la mínima. Una vez que se han alcanzado algunos triunfos, es momento de transformar la realidad.
Sus talentos como músicos se complementaban: ninguna persona es igual a la otra ni tiene las mismas capacidades. Es decir, un equipo de ingenieros puede ser muy bueno en lo que hace, pero no tiene la experiencia para vender o hacer marketing.
Muchos historiadores de los Beatles señalan que uno de los puntos fuertes de la banda era que sus miembros tenían habilidades distintas que siempre se impulsaban para mejorar sus capacidades.
John Lennon era el líder ingenioso y contradictorio, Paul McCartney era el maravilloso y ambicioso compositor de canciones pop, George Harrison aportó un estilo singular de guitarra que rayaba en lo espiritual y obligó a la banda a explorar diferentes géneros, mientras que Ringo Starr era el pulso necesario para que la magia empezara a fluir, el ingrediente especial en el laboratorio de los Beatles.
Tenían una rivalidad amistosa: Es conocido que la legendaria capacidad de los Beatles para generar tantas canciones número uno de géneros tan distintos se debía a la necesidad que tenían Lennon y McCartney de superar la última canción del otro.
Ambos luchaban por ganar la cara “A” de cada single pero no dejaban, hasta tiempo después en el ocaso de la banda, que esto afectara la unión del grupo. George Harrison también se alimentaba de esta competencia amistosa para escribir canciones que se compararan con las de John y Paul.
La competencia interna puede ser útil al forzar a un equipo a lograr sus metas, siempre y cuando sea constructiva y saludable. Un buen líder debe impulsar la rivalidad sana entre los miembros de su equipo y a la vez, moderar para que no se vuelva disfuncional.
Se respetaban mutuamente: Durante y después de la separación de los Beatles, los miembros de la banda fueron muy claros en lo mucho que se despreciaban. De hecho, esta falta de respeto al talento y habilidades propias fue uno de los factores que llevó al Cuarteto de Liverpool a su fin.
En contraste, mientras fueron un equipo todos los miembros de la banda elogiaban constantemente el trabajo de sus compañeros.
Es indispensable que los grupos tengan admiración mutua para fomentar el respeto, los debates y así proteger la influencia de personas externas.
Compartían una misma Visión: Para los jóvenes John, Paul y George (luego se les uniría Ringo), la música de 1960 “apestaba”. Buddy Holly había muerto, Jerry Lee Lewis había arruinado su carrera al casarse con su prima menor de edad, Elvis Presley estaba en el ejército, Ray Charles cantaba góspel y Chuck Berry estaba en la cárcel.
Los Beatles aprovecharon esta visión compartida y transformaron la industria al retomar los ritmos de los años 50 con nuevas armonías. Hoy por hoy, se puede decir que el rock and roll fue uno antes de los Beatles y otro después de su aparición en la escena musical
Tener una visión compartida, es la piedra angular por la que un equipo puede establecer un plan de acción eficaz.
Si un equipo no tiene una meta central y común, no podrá unificar los diferentes puntos de vista y experiencias de sus diferentes miembros.
El buen líder debe “venderle” las ideas a su equipo e impulsarlos a darlo todo por ellas.
Mostraban al exterior una unidad, a pesar de sus peleas internas: mientras duraron como banda, los Beatles siempre mostraron al público una cara de unidad y apoyo mutuo, pese a que a puertas cerradas en el estudio peleaban fervientemente por la inclusión de sus letras, arreglos y aportes en las canciones. Sin embargo, esto jamás llegó a oídos de los tabloides.
Un buen equipo de líderes debe tener esta misma cultura: siempre deben mostrar unión y cohesión frente a los públicos externos.
Las peleas públicas fracturarán al equipo y generarán los típicos bandos en un conflicto. Tus empleados gastarán energía y tiempo peleando entre ellos en lugar de trabajar en los proyectos en común que tienen.
Contaban con un buen equipo de apoyo: gran parte del éxito de los Beatles se debió a las figuras de su mánager, Brian Epstein, y de su productor, George Martin. Sin la visión de estas dos personas, la banda jamás habría salido de los bares de Liverpool.
Un buen líder sabe distinguir que su equipo tiene talento pero que puede necesitar la ayuda de un experto o trabajar de la mano con otro equipo.
Tener un grupo de asesores, expertos y consejeros ayuda a que el equipo central pueda enfocarse en su tarea central.
En definitiva, los Beatles revolucionaron la música y sentaron las bases para construir equipos exitosos en nuestras PYMES, así que no se nos ocurre otra mejor manera de finalizar este post que invitándoos a que veáis este vídeo de los Fab Four!
Alberto de Haro. Executive & Life Coach
Acompaño a empresarios, autónomos, directivos, mandos intermedios y cualquier persona que lo desee, en su camino a alcanzar sus objetivos, metas y sueños personales y profesionales, ayudándoles a mostrar su mejor versión y a descubrir las respuestas que se hallan dentro de ellos mismos.