Este mes de Noviembre he tenido la suerte de impartir una serie de talleres sobre Bienestar Mental en dos empresas y en los cuales he incidido en la importancia de preservar el bienestar psicológico en momentos de cambio e incertidumbre, como este actual que estamos viviendo debido a la crisis del Coronavirus.
En el primero de los bloques del taller hablábamos de cómo la aceptación es una de las pautas a seguir para adaptarnos de la mejor manera posible a cualquier cambio que se nos presente en nuestras vidas de forma repentina, cambios que por lo general nos generan miedo, estrés, incertidumbre e incluso bloqueo mental, ya que, reconozcámoslo, no nos gustan, nos ponen a la defensiva y en alerta, ya que los vivimos como una amenaza.
Pero antes de entrar en el tema del que os quiere hablar hoy, me gustaría explicaros cómo funciona el cerebro cuando en nuestra vida se presenta un cambio de manera inesperada:
Nuestro cerebro consta de dos partes diferenciadas:
- CORTEZA PRE – FRONTAL: es la parte con la que RAZONAMOS.
- SISTEMA LÍMBICO: es la parte del mismo encargado de las EMOCIONES, y en dónde se encuentra nuestra AMÍGDALA.
Pues bien, cuando algo despierta nuestra emoción con intensidad, consigue que nuestra amígdala se inflame y que respondamos de manera automática, sin pensar demasiado.
Imaginaros que entráis en vuestra habitación para iros a dormir y de repente veis una araña peluda trepando por la pared, ¿Cuál será vuestra reacción? Si tenéis miedo a estos pequeños insectos, como es mi caso, saldréis corriendo de vuestra habitación, si por el contrario solo os dan asco, cogeréis vuestra zapatilla y le daréis un buen zurriagazo con la misma
Otro ejemplo: recibimos un email de un compañero dónde nos dice algo que no nos gusta, ¿Qué hacemos si le permitimos a la amígdala que domine la situación? Contestar enfadados sin valorar si es lo más adecuado…
El motivo de todo esto es evolutivo: en la época de las cavernas dicha respuesta automática nos podía salvar de un mamut, pero ahora no tiene mucho sentido, salvo que realmente estemos delante de un tigre…cosa que no nos suele ocurrir a diario, ¿verdad? El problema es que muchas veces, cuando nos tenemos que enfrentar a un cambio inesperado, lo que vemos es un tigre o un león…
Lo ideal es que ante este tipo de situaciones, sea la parte racional de nuestro cerebro la que domine la situación, siendo capaz de pulsar el botón de “off” de nuestra amígdala.
¿Sabéis cuanto es el tiempo, demostrado científicamente, que tarda nuestra corteza pre-frontal, en controlar a la amígdala? ¡SEIS SEGUNDOS!
Si es que ya nos lo decían nuestras abuelas que eran muy sabias….¡HIJO MÍO, CUENTA HASTA 10!
Pues bien, además de contar hasta diez, que funciona muy bien, ya que lo que estamos haciendo es dejar tiempo para que nuestra corteza pre-frontal domine a la amígdala, existen una serie de pautas que nos van a permitir adaptarnos a un cambio, en concreto CUATRO PAUTAS:
1ª) ACEPTAR LA SITUACIÓN.
2ª) RESPONSABILIDAD (Habilidad para responder ante cualquier situación)
3ª) FORTALECER NUESTRA CAPACIDAD DE RESILIENCIA.
4ª) AUMENTAR NUESTRA CONFIANZA.
En este post me gustaría hablaros de la primera de ellas: LA ACEPTACIÓN.
Mirar, todo esto que nos ha ocurrido y que estamos viviendo con la crisis del Coronavirus es similar a un DUELO, dónde pasamos por cuatro fases:
1ª) Shock: ante cualquier cambio que se presente en nuestras vidas de forma inesperada (ya sea la pérdida de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida de un puesto de trabajo, etc.), nuestra primera reacción va a ser siempre la de quedarnos paralizados o en estado de shock.
2ª) Negación: una vez que salimos del shock inicial, nuestra siguiente reacción natural será negar la realidad, lo cual nos va a ayudar a amortiguar el dolor o la sorpresa temporalmente y permitir a nuestra mente separarse de la realidad traumática para poder asimilarla poco a poco.
3ª) Racionalización: en esta fase tratamos de entender lo que está ocurriendo, ya que al hacerlo nos aporta seguridad. Se trata de una necesidad como seres racionales que somos para poder interpretar la realidad externa.
4ª) Aceptación: hasta que no lleguemos a esa fase, no podremos avanzar, ya que estaremos afincados en la queja y en el papel de víctimas
Una vez que aceptemos lo que nos ha tocado vivir, en este caso una pandemia mundial, nos convertiremos en los RESPONSABLES de nuestras vidas, pasando de víctimas a protagonistas.
Hay muchas preguntas que uno se puede hacer que le van a permitir llegar antes a la fase de aceptación, pero en mi opinión hay una que es fundamental hacerse cuando nos enfrentamos a un cambio repentino o un nuevo contexto:
¿PARA QUÉ?
Probar a haceros esta pregunta: «¿PARA QUÉ ME HA PASADO ESTO A MÍ?» en vez de «¿POR QUÉ ME HA PASADO ESTO A MÍ?»
¿Notáis la diferencia? En la 1ª adoptáis el papel de PROTAGONISTAS, mientras que en la 2ª adoptáis el papel de VÍCTIMAS, es decir:
RESPONSABILIDAD VS PASIVIDAD
Por lo tanto es de sabios saber qué se debe aceptar y qué se puede modificar.
Dice Stephen Covey, que las personas proactivas son las que emplean su energía en aquello sobre lo que tienen influencia.
Esto está muy relacionado con el hecho de aceptar: en la medida que aprendas a aceptar lo inevitable, serás capaz de emplear tu energía en aquellas cosas que sí puedes influir, y por tanto estarás mucho más tiempo en la acción que en la preocupación (OCUPADO Vs PREOCUPADO)
¿Está en nuestras manos evitar que un virus procedente de China se haya presentado en nuestras vidas prácticamente de la noche a la mañana? ¿Verdad que NO? Por lo tanto, cuanto antes lo aceptemos, mucho mejor para nosotros. Mientras que por el contrario, ¿podemos hacer algo cada uno de nosotros para evitar contagiarnos? Claramente SÍ: usar la mascarilla cada vez que salgamos de casa, lavarnos las manos cuando volvamos de la calle o evitar sitios dónde haya mucha aglomeración de personas.
Viktor Frankl, en su cautiverio en los campos de concentración nazi, aprendió a aceptar aquello que no podía cambiar: “las circunstancias, la brutalidad de los guardias, etc..” y focalizó su energía en aquello que sí podía controlar: “su actitud ante esos eventos”.
Termino este post con una frase que una buena amiga me leyó hace unos días, la cual espero os haga reflexionar y sobre todo os ayude a ACEPTAR este nuevo contexto en el que nos encontramos:
Alberto de Haro. Executive & Life Coach
Acompaño a empresarios, autónomos, directivos, mandos intermedios y cualquier persona que lo desee, en su camino a alcanzar sus objetivos, metas y sueños personales y profesionales, ayudándoles a mostrar su mejor versión y a descubrir las respuestas que se hallan dentro de ellos mismos.
Gran artículo, necesario en esta nueva situación a la que sí o sí, tenemos que adaptarnos!
Muchas gracias Gregorio por tu comentario. Efectivamente no nos queda otra que aceptar esta nueva situación, cuanto antes lo hagamos, mejor para nosotros. Un saludo