En este primer post del mes de Mayo me gustaría hablar de un tema que suele ser muy recurrente en cualquier sesión de Coaching: las CREENCIAS LIMITANTES.
¿Qué son las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son una percepción de la realidad que nos impide crecer, desarrollarnos como personas o alcanzar todas esas cosas que nos hacen ilusión. Las creencias son pensamientos aprendidos, marcados en nuestro inconsciente, que damos como válidos, como verdad universal y que no nos planteamos si son o no ciertos.
Puede ser algo con lo que hayamos convivido desde pequeños o que se haya incorporado en nuestra vida a través de alguna experiencia u opinión.
¿Cuántas veces os habéis dicho a vosotros mismos frases del tipo “Yo no soy bueno para esto”, “Soy muy torpe y por lo tanto no me veo capaz de hacer eso” o esta que me dijo una vez un cliente durante una sesión: “Si respeto mis prioridades, soy egoísta”? Seguro que en más de una ocasión, ¿verdad?
A simple vista son frases que parecen inofensivas; pero si alimentamos día a día a nuestro cerebro con ellas, nos pueden paralizar, de ahí lo de “Creencias Limitantes”.
¿Cómo podemos desprendernos de nuestras creencias limitantes?
Existe un fenómeno estudiado por la psicología que se llama “El efecto Pigmalión”, también conocido como “La profecía autocumplida”.
Consiste en que si crees en algo acerca de tu propia capacidad mucho tiempo y con muchas ganas, ese algo acaba siendo real.
Por ejemplo, si pensamos que jamás podremos aprender a tocar la guitarra, jamás podremos, si pensamos que somos un desastre hablando en público, lo seremos o si pensamos que no podremos aprobar ese examen, no lo haremos.
Como veis, nuestra mente quiere que el mundo se guíe por lo que conoce y predice, que son sus creencias. Sin embargo, si esas creencias fueran potenciadoras y nos enfocaran al objetivo que queremos conseguir, también se cumplirían por el mismo efecto de la profecía autocumplida.
En definitiva, tanto si pensáis que podéis como si pensáis que no podéis, estaréis en lo cierto. Así que… ¿Qué elegís creer?
Ya nos lo decía Gandhi en esta maravillosa frase:
“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”.
Llegados hasta este punto, estoy convencido de que os gustaría cambiar esas creencias que están limitando vuestro potencial e impidiendo que os desarrolléis al 100 %, en creencias potenciadoras , así que veamos qué pasos podéis seguir para lograrlo:
- Detecta el pensamiento o la creencia limitante: Muchas veces están muy incorporadas en nuestra manera de pensar, en nuestro discurso tanto interno como externo, en la manera que tenemos de hablar de nosotros con los demás y con nosotros mismos. Por lo tanto, intenta localizar e identificar esas conclusiones o frases que están ahí en forma de afirmaciones poniéndote límites. No hay que olvidar que una creencia es una “programación”, y solo podemos eliminarla desprogramando la misma, pero para ello necesitamos primero identificarla.
- Ponla en tela de juicio y toma consciencia de los resultados que estás obteniendo pensando de esa manera: hazte preguntas del tipo: “¿Qué me estoy perdiendo por pensar así?”, “¿Desde cuándo pienso esto de mí?” o ¿Qué evidencias o pruebas tengo de que es verdad”? A veces puede que te hayas convencido de algo que es una fantasía y que no se basa en una experiencia vivida.
- Date cuenta de la intención positiva que tiene tu creencia limitante: pregúntate qué hay de bueno en esa creencia que hace que mantengas ese pensamiento. Busca, seguro que en algún lugar y en algún momento ese pensamiento tuvo un beneficio para ti. En una sesión que tuve con un cliente y dónde estuvimos trabajando el cambiar su creencia limitante “Si respeto mis prioridades, soy egoísta”, cuando pregunté cuál era la intención positiva que tenía su creencia me contestó: “Si pienso así, es más fácil que ayude a los demás”. Es importante que sepas qué intención positiva tiene tu creencia limitante antes de cambiarla. En el caso de mi cliente, esa intención positiva era “ayudar a los demás”.
- Elige un pensamiento nuevo o creencia potenciadora: es muy importante que esa nueva creencia tenga la misma intención positiva que la creencia limitante anterior. En el caso de mi cliente, era muy importante para él que el tema “ayudar a los demás” estuviera presente en su nuevo pensamiento o creencia potenciadora, de esta manera reformuló la creencia de la siguiente manera: “Si respeto mis prioridades, soy más eficiente y feliz y ayudo a los demás a asumir sus responsabilidades”
- Consolida tu nueva creencia potenciadora: no basta con darte cuenta de que quieres cambiar tu creencia limitante por una potenciadora ,es necesario que pienses de manera consciente la nueva creencia durante un tiempo (21 días como mínimo) hasta que se vuelva inconsciente y automática y guíe tu comportamiento de ahora en adelante. En definitiva, tienes que poner en práctica tu nueva creencia, sintiendo la misma y actuando de otra manera a la que venías haciendo hasta ahora, es decir, cambiar tus hábitos.
Espero que pongáis en práctica cuanto antes este cambio de creencias limitantes. Cuando lo hagáis veréis cómo cambia vuestra vida a mejor y estaréis en el camino de convertiros en vuestra mejor versión.
Finalizo el post con un cuento que espero os haga reflexionar.
Alberto de Haro. Executive & Life Coach
Acompaño a empresarios, autónomos, directivos, mandos intermedios y cualquier persona que lo desee, en su camino a alcanzar sus objetivos, metas y sueños personales y profesionales, ayudándoles a mostrar su mejor versión y a descubrir las respuestas que se hallan dentro de ellos mismos.
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